ANECDOTARIO
Fanzine editado y publicado con ocasión del día del estreno de Terra d'Ombres (1994)
ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES DEL RODAJE Y POST PRODUCCIÓN DE TERRA D’OMBRES (1990 -1994).
Con motivo del estreno de la película Terra d’Ombres, el 28 de mayo de 1994 en la sala El Principal de Badalona, se realizó un fanzine donde se recopilaban una buena cantidad de peripecias y sucesos divertidos propiciados por el rodaje de una producción planteada y realizada con más empeño e ilusión que medios y posibilidades.
El antiguo Principal Cinema de Badalona, fundado en 1942, hoy denominado Teatre Margarida Xirgu, volvió a ser una sala de cine por un día en mayo de 1994, tras dejar de proyectar películas en 1980.
La temática de la película -entre el fantástico y el terror-, motivó en gran medida que tanto la producción como el rodaje y la preparación de los actores fuese algo muy fuera de lo normal, provocando no pocas situaciones extrañas y muy divertidas, aunque a veces realmente comprometidas también.
Ahora, a treinta y dos años del inicio del rodaje, y a veintiocho del estreno, y con motivo de la presentación de la película restaurada y revisada para el festival Fantboi de Sant Boi de Llobregat, hemos exprimido la memoria y sacado aún más recuerdos curiosos de aquella época.
La memoria, sin embargo, falla con los años; los datos se entremezclan y desdibujan, y muchas veces varios sucesos se recuerdan como uno sólo, o cuesta ubicar a personas, lugares y momento exacto de lo que ocurrió, y tampoco es posible concretar el orden de los hechos; sólo queda una vaga impresión suelta de imágenes y acontecimientos.
Por ejemplo, no consigo completar la escena de un esqueleto guardado en mi casa durante un par de semanas –esqueleto de plástico, aclaro-, que me consiguió mi amigo Wences; podría deberse a una prueba para conseguir crear una figura que imitara un cadáver y que Xavi previó necesitar en un momento concreto de la ejecución del guión, cuando le rondaba por la cabeza conseguir en el mercado de encantes medio maniquí para simular un cuerpo amputado, e ir con ese atrezo a filmar por las montañas de Vallvidrera.
Pero esa idea acabó descartándose. Tal vez ese recuerdo corresponde a algo anterior a esa época, pero no estoy seguro. Tengo también una imagen fugaz de una visita a la tienda de disfraces Menkes de Barcelona, y de mi prima Isabel Gómez probándose un vestido de princesa para el rodaje de la escena fantástica de Álex en el Reino de las Sombras (donde ve a Miriam, su inquietante e irreal Dulcinea), y luego el momento del rodaje, en el que se puso el vestido, pero sin quitarse el calzado “punk” que llevaba (unas botas de inspiración militar).
Ahora que Terra d’Ombres parece volver del mundo de los sueños olvidados, es un buen momento para completar su historia, aunque se hayan perdido detalles y fidelidad en los datos. Quien sabe si, de aquí a otros treinta años, si es que ese sueño vuelve a recordarse, estos testimonios que dejamos escritos darán constancia de que aquellos fueron buenos tiempos, de buenos amigos compartiendo buenas experiencias hasta el último fundido a negro.
Manuel F. García (actor, encargado de la producción y los efectos especiales).
Álex (Manuel F. García) despierta en el inquietante "Reino de las Sombras", sin saber cómo ha llegado hasta allí.
LAS LUCES DEL “REINO DE LAS SOMBRAS”.
La idea del siniestro “Reino de las Sombras” ideado por Xavi Porta para Terra d’Ombres implicaba filmar un paisaje nocturno de “luces irreales de ciudad”. La idea inicial de Xavi fue la de recurrir a la iluminación de alguno de los dos parques de atracciones que había entonces en Barcelona (desde 1998 en Barcelona sólo permanece activo el parque de atracciones del Tibidabo al haber cerrado en ese año el de Monjuich).
Juraría que fue el parque del Tibidabo el escogido para ser filmado, y allí nos desplazamos una noche, con la cámara, los rollos de película Super-8 Kodak y el trípode, pagando la entrada y buscando la localización más adecuada. Pero nos encontramos con que ningún ángulo daba resultado; no había un conjunto de luces que entrasen en el encuadre y encajaran con el tipo de imagen pensada por Xavi.
Cuando ya nos íbamos, decidió, desde uno de los miradores del parque, encuadrar la Barcelona nocturna, y ese paisaje de las luces de la ciudad fue el que finalmente sirvió para describir el “Reino de las Sombras”. Al final, pagamos las entradas al parque sólo para usarlo de mirador…
"El Reino de las Sombras". Vista nocturna de Barcelona desde la perspectiva del Tibidabo, en un fotograma de la filmación realizada con película de alta sensibilidad.
ESTATUAS HUMANAS.
Hace treinta años, los efectos visuales digitales eran algo totalmente impensable en una filmación en Super-8; los únicos efectos que posibilitaba la cámara Nizo con la que se rodó se limitaban a encadenados, fundidos a negro, foto imagen o alta velocidad.
En la escena del Reino de las Sombras se recurre en dos ocasiones al encadenado para “transformar” una rosa blanca en roja, y luego esta rosa roja en un puñal. Para conseguir este efecto, los actores que sostenían los objetos debían quedarse completamente “petrificados” mientras se preparaba la cámara para que retrocediesen los fotogramas necesarios, y una vez cambiados los objetos de las manos, se volvía a rodar sobre los mismos fotogramas para así conseguir ese efecto de “tansformación”, sin que los actores se hubiesen movido un milímetro.
Àlex (Manuel F. Garcia) presencia la transformación de la rosa que le ha ofrecido la "Miriam" del Reino de Las Sombras (Isabel Gómez).
Un buen entrenamiento para aprender a “petrificarse” fue el rodaje de la secuencia del amanecer frente a la Sagrada Familia, donde un servidor tuvo que permanecer completamente inmóvil mientras la cámara filmaba en “foto imagen”; es decir, a una cadencia de fotogramas espaciados en el tiempo (cada treinta segundos en este caso, según creo recordar). Mientras yo permanecía concentrado en no moverme y mantener exactamente la misma postura corporal, podía escuchar a Xavi cómo me decía: "Manolo; no parpadees hasta que oigas el fotograma dispararse; mejor parpadea justo después de oírlo".
Durante los 45 minutos que duró la filmación del plano, me entretuve calculando mentalmente: si escuchaba el “ffflick” de disparo de la cámara cada 30 segundos, y para conseguir un segundo de película eran necesarios 24 fotogramas, ¿cuántos segundos duraría el plano conseguido al final del proceso? Y al final fueron algo menos de cuatro segundos…; y es que no hay nada como tener tiempo de sobra para pensar mientras uno está “parado”.
A la izquierda, un fotograma de la secuencia en foto-imagen, que "aceleraba" el amanecer frente a la Sagrada Familia. A la derecha se continuaba filmando a velocidad normal, lo cual permitía al actor moverse por fin, tras tres cuartos de hora de filmación en absoluta inmovilidad.
NO INTENTE HACERLO EN SU CASA.
Xavi me encargó las explosiones y llamaradas que debían aparecer en tres secuencias distintas de la película. Sin tener ninguna experiencia previa, pero con el asesoramiento de la tienda Magicus de Barcelona, especializada en artículos para espectáculos de magia, me hice con el material adecuado.
-EN BUSCA DEL FUEGO.
En la secuencia del incendio, para la llamarada que puede verse salir de la maqueta del ventanuco con reja, (realizada por Juan Manuel Vega), disponía de “papel flash” y de “algodón flash” inflamables. Decidí hacer una prueba en la casa familiar en la que vivía con mis padres y hermana, una noche de verano en la pequeña galería de la casa; cogí un poco de papel flash y le prendí fuego, sujetándolo con dos dedos por una esquina: se limitó a inflamarse despacio, desapareciendo con una espectacular línea brillante de fuego que lo consumía.
Animado por el éxito, me decidí a probar haciendo una bola apretada, para que ocupase menos espacio, y la sostuve con la mano abierta; le prendí fuego teniendo antes la preocupación de quitarme la camiseta para evitar que alguna chispa provocase algún agujero. Antes de darme cuenta, en mi mano se produjo una “deflagración” instantánea, seguida de un fuerte olor a pelo quemado… que afortunadamente sólo se debió al pelo del pecho.
-LLAMARADAS, (pero sólo una…).
Una vez logrado probar el material sin que tuviesen que venir los bomberos a casa de mis padres, se filmó la llamarada con la maqueta de Juanma en la terraza de la casa de Marc Bartolí (aunque a veces dudo si no fue en casa de Enric Folch), usando algodón flash, que produce una llama continuada, sin deflagración, siempre que no se “comprima” el algodón (¡cosa que tuve muy en cuenta!). Para que el algodón inflamable lanzara una llamarada a través de la reja de la maqueta, fabriqué un “cajón” con corcho sintético con un forro de cartulina negra (para evitar que se viese el color blanco tras la reja), lo recubrí con una generosa capa de cola blanca para evitar en lo posible que el calor de la llama prendiera en el material por contacto directo, y lo fijé en la parte trasera del ventanuco de la maqueta; un fulminante eléctrico suministrado en la misma tienda de magia, consiguió el resultado deseado; una llamarada modesta pero verosímil acabó asomando por el ventanuco con reja de la maqueta.
-RESPLANDOR EN LA OSCURIDAD (…dos mejor que uno).
El siguiente paso era un poco más comprometido; se trataba de producir la explosión que se supone se produce en los depósitos de gas de la residencia psiquiátrica. En Magicus me habían proporcionado polvo explosivo (algún tipo de pólvora) que podía añadir “a granel” hasta la cantidad deseada, y envolverlo en un paquetito con papel flash, con un fulminante eléctrico que se inflamaba con sólo conectarlo a una simple pila.
El problema a resolver era dónde filmar la explosión; debía ser en un lugar suficientemente oscuro, y obviamente la opción de una casa particular quedaba descartada (si queríamos mantener nuestros antecedentes penales limpios). La única solución viable que decidió Xavi en aquel momento fue realizar la explosión en la azotea de su casa, en pleno centro de Barcelona.
Por la noche, subimos discretamente a la azotea a oscuras con la cámara, el trípode, una banqueta y recipiente metálico para contener el “artefacto explosivo” que fabriqué in situ. Decidimos fijar un encuadre bastante cerrado, para darle mayor tamaño en pantalla a la explosión (que no tenía ni idea de cómo sería); tuvimos que iluminar con una linterna unos instantes la banqueta, para que Xavi pudiese enfocar y fijar el cuadro, y a la señal de Xavi, en plena oscuridad activé el fulminante eléctrico y… ¡floash!, una llamarada cegadora, que me dejó deslumbrado…
Me imaginaba que Xavi procedería a recoger rápidamente los bártulos, por el riesgo de que algún vecino se alarmara al ver ese resplandor en la oscuridad, pero, en vez de eso vi que Xavi se lo pensaba y me pedía ¡otra explosión aún mayor!
Tras la segunda explosión “aún mayor”, entonces sí; corrimos todo lo que pudimos para recoger los trastos y bajar rápidamente a casa de Xavi, con el oído presto a escuchar alguna sirena de coches de policía… pero no; ningún vecino vio esos “resplandores en la oscuridad” en la terraza de casa de Xavi.
-PONIENDO "TODA LA CARNE EN EL ASADOR"
Entusiasmados con el resultado, Xavi me encargó el “más difícil todavía”: la serie de explosiones que debían producirse en el plano del grito de Álex (interpretado por un servidor) en el Reino de las Sombras, y que debían verse delante del personaje y cercanas a la cámara.
Dado que esa secuencia tenía continuidad dentro de toda la escena de Àlex en el Reino de las Sombras, esta vez se filmó en interiores, gracias a la cesión de un espacio que nos gestionó mi viejo amigo Wenceslao Serrat para nosotros (confiando en que la sucesión de explosiones no supondrían mayor riesgo… pero sobre todo, confiando en el enorme extintor con ruedas que nos pusieron cerca). Cubrimos con papel negro una pared (o quizás fueron dos, hasta donde dio de sí el rollo de papel), para tener un fondo de oscuridad total para toda la escena.
Con el mismo procedimiento empleado para las explosiones anteriores, había preparado unos cuantos paquetitos explosivos con el papel flash y el fulminante eléctrico en cada paquete; se colocaron en una fila sobre una mesa, en unos ceniceros, un poco por debajo del encuadre de la cámara…y a una distancia de mi persona que no sabía si era la prudencial, ya que no hubo ensayo previo posible. Un rudimentario circuito eléctrico, con contactos hechos con encuadernadores de latón, conectados en paralelo a modo de “teclado” a lo largo de un palo de madera, unidos a una pila de petaca en uno de los polos, y en el otro polo los otros cables de los fulminantes conectados a otro contacto de latón que debía deslizarse por el “teclado”, completaban el sistema pirotécnico que, como ya era habitual, tampoco había sido ensayado (por falta de tiempo y presupuesto).
Manuel F. García, sudando tras haber rodado en pleno mes de julio con el anorak puesto en la secuencia del "Reino de las Sombras", prepara con ayuda de Xavi Porta el sistema de la serie de explosiones para rodar la secuencia a continuación. Isabel Gómez detrás, todavía con el traje de "Princesa encantada".
En el momento de la filmación, Pepe Ruz fue el encargado de activar los fulminantes. Recuerdo dos cosas de esa escena: la onda de calor que llegó hasta mi cara en el momento de sucederse las explosiones, y la sensación de angustia creciente que me invadió cuando se acercó el momento de las detonaciones. Eso sí; estoy absolutamente convencido que la interpretación de esa escena no hubiese sido igual de intensa sin esa “motivación”.
Dos fotogramas de la misma secuencia de explosiones, a una distancia del actor calculada "por suposición", ya que no hubo ninguna prueba previa.
-CORTOCIRCUITO II (o puede que hubiesen más de dos).
La parte “pirotécnica” no supuso al final riesgo alguno. Sin embargo, el verdadero peligro de incendio que sí tuvimos lo suponían los focos (que se adquirieron especialmente para Terra d’Ombres). Eran focos de aluminio con lámparas de 500W. que daban una maravillosa luz blanca para la filmación, pero tenían una pega: transmitían el calor a la parte posterior por donde salía el cable, provocando al cabo de un tiempo de uso continuado que el cable llegase literalmente a “fundirse”, haciendo saltar el diferencial en bastantes ocasiones por el cortocircuito que provocaban, y hasta llegaron literalmente a desprenderse y caer del foco, completamente deshechos en el punto de salida del orificio, por el calor que soportaban.
Preparando la iluminación para la secuencia de Adriana mirando al exterior mientras toma un vaso de leche. Puede apreciarse, arriba a la derecha cómo eran los focos utilizados.
-LA COSA ESTÁ QUE ARDE.
...Pero el incendio imprevisto que al final llegó a producirse, fue el del papel celofán que colocábamos en el foco (una solución barata con la que filtrábamos la luz para darle el color deseado).
Sucedió durante el rodaje de una secuencia con Adriana (Adriana Romaniello); al no calcular el tiempo que llevaba el foco encendido, el celofán se prendió, para sorpresa de la actriz, tal como vimos después en la toma que llegó a hacerse.
La suerte fue que filmábamos justo al lado de una chimenea, que es donde fue a parar el celofán ardiendo.
-CÓMO ENSEÑAR LOS DIENTES SIN PERDERLOS EN EL INTENTO.
La escena de una de las pesadillas de mi personaje, Àlex, en la que su alter ego imaginario le atormenta clavándole un cincel en los dientes de un martillazo, se rodó con la ayuda de mi hermana, Ana García (que aparece en la película interpretando a la secretaria del cliente de Marc que le abre la puerta), que fue la encargada de colocar el cincel y levantar el martillo en el plano previo; para ello, en el ensayo mi hermana se colocó sobre mí, apoyándose con las rodillas a los lados, sobre el colchón, intentando mantener el equilibrio para permitirme respirar.
Sin embargo, esa postura forzada sobre la inestabilidad del colchón provocó que el cuerpo se le fuera hacia adelante… justo cuando apoyaba el cincel en mis incisivos. Nuevamente me vi ayudado en mi actuación a la hora de filmar tras esa motivación...
Ah, a treinta años de aquello, mis incisivos siguen en su sitio.
Izquierda, la ayudante del rodaje coloca el cincel sobre los dientes del actor. Derecha, el mismo actor se sitúa ahora sobre el operador de cámara, Xavi Porta, realizando la misma acción (pero esta vez salvaguardando los dientes de Xavi.
-MÁS DURA SERÁ LA PARADA.
Para la escena de la persecución de Àlex por el Hombre Oscuro en la Sagrada Familia, se me ve correr por los estrechos pasadizos y escaleras de la basílica. En un momento dado, debía aparecer desde la derecha a contraluz de un acceso bajo una arcada, donde debía parar, girar y avanzar hacia la cámara.
Sin embargo, no calculé bien la velocidad que llevaba y acabé topando muy fuerte con mi cadera en el muro de la arcada. Aunque en ese momento no me di cuenta del golpe que me llevé, estuve más de quince día sintiendo dolor en el lateral de la cadera.
Aunque ese plano es el que quedó filmado en la película, no se aprecia apenas la violencia del golpe, por lo que nadie jamás ha reparado en ello; irónicamente, mucha gente me ha preguntado si no me hice daño en el plano del golpe que me asesta el hombre de la cara quemada, al final de la carrera en la fábrica abandonada, cuando en realidad, lo único que hizo Xavi fue apoyarse sobre mis hombros, mientras yo sólo hacía un movimiento brusco de cabeza que pareció dar la impresión de haberme llevado un golpe tremendo.
El cine es un gran engaño (o una gran ilusión).
Izquierda, Manuel F. García a punto de descubrir que ha calculado mal la frenada. Derecha, El Hombre de la Cara Quemada (Xavi Porta) se abalanza sobre Àlex con la intención de "invitarle a su casa".
EL CAMAROTE DE LOS HERMANOS MARX EN MI CASA.
El día en que tocaba filmar en el comedor de mi casa paterna al inspector Gatell (Berna), en la escena en la que está viendo los toros, resultó que se presentó Berna con su mujer y sus dos hijos; además, un primo mío, guardia civil, que nos prestó la cartuchera de hombro que aparece en la escena, decidió quedarse también. Así que todos ellos, junto con mis padres, hermana (y hasta el periquito), tuvieron que repartirse por las habitaciones, todo el tiempo que duró la filmación.
UN BAÑO DE SANGRE… PERO CLARITA.
La bañera de sangre de la escena de la visión de Àlex en el cuarto de baño se hizo con gelatina coloreada, hirviendo harina de maíz en una olla enorme (de unos diez litros), de la que se encargó mi madre mientras yo preparaba lo necesario para el día de rodaje, que incluía el cuarto de baño y mi habitación.
El color se consiguió con varios tipos de colorante alimentario (dos tonos de rojo, y además algo de negro para darle más oscuridad a la sangre). Todo este material se consiguió gracias al consejo de los dependientes de la antiquísima droguería Boter, en Badalona.
A la hora de filmar, Xavi me preguntó si no se podía conseguir una sangre más espesa. Conseguí convencerle de que preparar más ollas de sangre espesa hubiese llevado mucho más tiempo. Y eso era cierto, pero otro motivo que nunca le conté fue que, a lo largo de la mañana mientras mi madre se encargaba de hervir esa olla de agua espesada con harina de maíz, sí que me planteé la posibilidad de vaciar en cubos la sangre hecha y volver a preparar dos o tres ollas más para llenar la bañera; pero reparé en que, cuando toda esa sangre espesa se enfriara, la bañera podría convertirse en una "flanera gigante".
Me imaginaba luego el problemón que se hubiese creado en el cuarto de baño de mis padres si la bañera no hubiese podido vaciarse luego por el agujero del desagüe. Entonces sí que hubiese corrido la sangre...
Sumergido bajo el agua oscurecida, el actor, a una señal del director aparece entre la sangre, en una escena donde el alter ego de Àlex le da un enigmático mensaje.
VIVIR SIN ALIENTO.
Los efectos especiales se diferencias de los visuales en que los primeros han de suceder de forma real ante la cámara dando una sensación de autenticidad, para poder ser filmados tal como se producen en la realidad. De todos los efectos especiales que me pidió Xavi (explosiones, llamaradas, humo, una pared que se abría o una foto que lloraba), el más complicado y laborioso fue sin duda el mecanismo que debía hacer que de un ramo de flores brotara sangre y cayese de cada flor como si, en conjunto “llorasen”. Normalmente, Xavi me informaba con tiempo de sobra de lo que necesitaba, para poder preparar los efectos, pero en esta ocasión, no tenía ni idea de cómo conseguirlo, y los días iban pasando, y acercándose el momento del rodaje (era en la escena en que Adriana ve la noticia de la muerte de Víctor y se deja caer de tristeza al suelo, para a continuación verse como imagen simbólica, la sangre cayendo de las flores).
No fue hasta que hablé con David Terrer, quien había hecho un módulo profesional de hidráulica, que no empecé a entender cómo debía conseguir llevar una cantidad de sangre suficiente a cada flor.
El material necesario me lo suministró mi padre, aprovechando cosas que se descartaban en la empresa de materiales hospitalarios en la que trabajaba. En el cáliz de cada flor, por la parte trasera, (para ocultarlos a la cámara) se insertaban unos finos tubos de vidrio (que eran “capilares” de obtención de muestras de líquidos, que podían deformarse con el simple calor de una llama de encendedor y adaptarlos a la forma de la flor y el tallo).
Un delgado tubo de goma del mismo tamaño se acoplaba a cada capilar de cristal y recorría cada tallo por detrás hasta llegar todos los tubos al lateral de una jeringuilla donde nuevamente otros capilares de cristal se habían clavado en el cilindro de plástico, desprovisto de émbolo. A su vez, esta jeringuilla se conectaba con un tubo a la salida de otra jeringa mucho mayor, con la capacidad suficiente como para contener la cantidad de sangre que debía comprimirse con el émbolo y así darle la presión para ascender por toda la distribución de tubos y acabar brotando de las flores del ramo en el florero.
Por primera vez, tuve que pedirle a Xavi que me diese más tiempo, dado que necesité tres días completos para preparar todo el sistema (siempre íbamos faltos de tiempo y recursos). De hecho, el primer ramo de flores no se pudo usar, y hubo que esperar al fin de semana siguiente para poder rodar ese plano. El día del rodaje, preparé el lugar donde debía ir el florero (la repisa de la chimenea, protegida con plásticos para evitar las consabidas manchas de la sangre); fabriqué una sangre muy líquida para asegurarme que podría fluir sin problemas por el sistema de tubos.
Sin ensayo previo posible, Xavi comenzó a filmar y me dio la señal para inyectar la sangre. No funcionaba; el émbolo no me daba la capacidad de controlar la presión, y por más que apretaba con todas mis fuerzas, la sangre no fluía. Recuerdo que no podía subirme a una silla y elevar el nivel de la jeringa para que la sangre fluyese sola, porque todo el conjunto de tubos amenazaba con volcar el jarrón. Tampoco podía permitir que la sangre retornase, ni vaciar el sistema, ya que, tal como me advirtió David, si algo de aire se colaba por el circuito se perdería la presión. Así que mi cabeza buscó en segundos la solución; saqué el émbolo del cilindro de la jeringa grande y apliqué mi boca al gran orificio por donde normalmente se introduce el émbolo y soplé con todas mis fuerzas, consiguiendo que la sangre fluyese por las flores durante unos pocos segundos.
Xavi consiguió después alargar ese tiempo de imagen ralentizando la toma, y yo conseguí recuperar el aliento poco a poco, después de conseguir el efecto que se logró por muy poco.
“EL CORREO PAPAL”; MEJOR QUE MIGUEL STROGOFF.
No podemos dejar pasar la ocasión para rendir un merecido homenaje al sistema de correo por mensajero de Terra d’Ombres; el grandioso, intrépido y eficaz “Correo Papal”. El primer teléfono móvil que yo tuve fue en 1992, pero en 1990 (y en los meses anteriores de preparación del proyecto de la película), nadie del equipo disponíamos de telefonía móvil.
Se daba la circunstancia de que todos trabajábamos en la misma empresa, pero en zonas diferentes (de hecho, Xavi Porta, Pepe Ruz, Juanjo Burgos, y un servidor nos conocimos allí), y las gestiones y preparación del proyecto se llevaban a lo largo de la semana, con la necesidad de enviarnos datos, consultas y opiniones, pero con el impedimento de no poder usar los teléfonos de la propia empresa (tampoco podíamos desatender el trabajo para estar hablando tanto tiempo).
La solución la aportó el grande, único y singular Manolo García Rodriguez (que no sólo en la película pone voz al vecino enfadado por los golpes en la pared del asustado Álex, sino que además es padre de un servidor, y padre de los hermanos de un servidor). Dado que Manolo trabajaba tanto en la central de la empresa (donde yo estaba) como en el edificio de almacén a unos cuantos kilómetros de distancia, aprovechábamos para que hiciese las veces de correo, enviando notas y hasta bastantes folios escritos a mano con información tan vital como el saber que el fin de semana siguiente el catering del rodaje consistiría en tortilla de patatas y butifarras (Xavi hace una fantástica tortilla de patatas).
El tono de broma creciente que siempre empleábamos entre nosotros acabó bautizando ese simpar servicio de mensajero como “El Correo Papal”; un servicio que se mantuvo activo desde el año 90 hasta después de 1992. Manolo García, mi padre, con 91 años ya, sigue recordando con buen humor aquella misión suya que le colocó a la altura de Miguel Strogoff, “el correo del Zar”, pero con salero andaluz.
THE HAUNTING.
Durante una jornada en la que filmamos en una de las varias casas que nos cedieron (no concretaré más para preservar el anonimato de sus propietarios), nada más acceder al interior, Xavi me dejó con todo el material a cargo, mientras él se iba con el propietario a echar un vistazo a la casa para localizar los escenarios.
Nunca he sentido una sensación igual de malestar como me ocurrió en aquella casa; me sentí observado desde arriba, hasta tal punto que tuve que mirar al techo… para descubrir a una araña suspendida sobre mí colgando de su hilo. Pero lo más extraño es que, como si reaccionase al verse descubierta, se dejó caer… ¡directamente hacia mi cara! Me aparté, y el bicho (¡de un tamaño ridículamente pequeño!) cayó al suelo e inmediatamente se “plegó” sobre sus patas, camuflándose y quedándose inmóvil.
La sensación de incomodidad a continuación fue en aumento, e incluso hubo un momento en el que Xavi me pidió que le llevase algo de material de rodaje, y al atravesar unos pasillos oscuros sentí que esa sensación se convertía en un desasosiego cada vez más fuerte. Al volver con Xavi y el propietario, la distracción hizo que me olvidase por completo de aquello. …Hasta que, hablando con el propietario, sin saber cómo la conversación derivó a ese punto, y acabó revelando que en esa casa familiar, varios de sus miembros habían tenido experiencias como oír ruidos de pisadas junto a ellos, o ruidos de nudillos en alguna puerta sin que hubiese nadie que pudiese hacerlos…
Agradecí que no tuviéramos que pasar allí la noche.
"LA MALA CARA".
La cámara de Super-8 mm. usada para el rodaje poseía un sistema de enfoque por círculo de imagen partida; un sistema típico de las cámaras réflex que necesita una línea recta vertical para poder enfocar correctamente; esto suponía que para enfocar las caras, Xavi solía pedir al actor que se colocara una mano en la cara sin separar los dedos, para poder enfocar ayudándose de las líneas verticales de los dedos.
Esa operación se hizo tan habitual, que Xavi, al rodar las primeras secuencias en las que aparecía Marc (Ignasi Conesa), ni se acordó de explicarle el motivo por el que le pedía que se pusiese la mano en la cara. Al decírselo en catalán, Ignasi se quedó perplejo al oír decir a Xavi: "posa la ma a la cara"; como no entendía nada, a continuación preguntó: "com? que posi "la mala cara?"
Ignasi Conesa (Marc), con la "mala cara".
¿ERA COMO PARA TIRAR COHETES?
En el desenlace de Terra d'Ombres, Marc (Ignasi Conesa) y Laura (Rosa Sánchez) celebran las navidades más tristes de la vida de Marc, quien se sincera con su pareja, con la que acaba bailando, y, a continuación, un plano de espléndidos fuegos artificiales sirve de transición a otro en el que Marc contesta a una pregunta de Laura, estando acostados.
Esos fuegos artificiales pudieron filmarse desde Collserola aprovechando la clausura de los juegos olímpicos de Barcelona 92, donde Xavi y yo aguardábamos desde hacía algunas horas, al no saber el momento exacto del final de los actos. Mientras Xavi mantenía encuadrado con la cámara el cielo del estadio olímpico, yo, con un pequeño aparato de TV portátil que funcionaba a pilas, le avisé del comienzo de los fuegos artificiales.
Treinta años después de rodar esos planos, tanto Pepe Ruz como yo, al comentarlo con Xavi, supimos que esa pirotecnia no pretendía simbolizar el "fin de fiesta" de Marc y Laura tras su reencuentro sentimental; al menos Xavi insiste en que él no pretendía dar a entender ese significado, y que era una mera alegoría de las navidades.
UN "ARRULLO" INMACULADO.
Fabricar sangre con harina de maíz a modo de espesante y colorantes alimentarios, fue una solución económica para poder llenar una bañera, pero esta sangre presentaba un gran problema: la mancha persistente que dejaba tanto en la piel como en la ropa. Obviamente, manchar las caras o la ropa de los participantes en el rodaje no era una opción, así que decidí adquirir sangre de maquillaje especial profesional, de la marca Kryolan (tras asesorarme con aquella maravillosa publicación de la época como fue la edición en español de la revista Fangoria, especializada en cine gore). Aun así, mantuve el aliento durante el rodaje de la escena en la que un "arrullo" de bebé (la mantita o saquito con la que se envuelve a los recién nacidos), debía acabar manchado de sangre; y es que esa pieza de ropa que se usó para el rodaje me la prestó mi madre, y era, ni más ni menos, que el mismo arrullo (o "nana", que es como lo llamaba ella) que había utilizado para mi hermano mayor, para mí y para mi hermana pequeña cuando nacimos.
Afortunadamente, el fabricante de la sangre cumple de forma escrupulosa su compromiso de calidad; devolví el preciado arrullo a mi madre sin mancha alguna... en mi conciencia.
EL CORTO MÁS ELABORADO DE LA HISTORIA.
En 1994, a punto ya del estreno, tuvimos la oportunidad de ser entrevistados por el periodista Pere Soriano (quien en la película encarnó el personaje del Padre Alberto, “el Comepecados”), en un programa que entonces presentaba en Canal 51-TV Badalona.
Para ello, preparamos un sencillo tráiler de treinta y cinco segundos, con la secuencia en la que, en la oscuridad la cara sudorosa de Juanjo es iluminada cuando abre la puerta por la que se dispone a entrar para enfrentarse a la amenaza del Hombre Oscuro. La magnífica voz en off de José Carlos Tarragó (quien encarnó al personaje del mafioso) recitaba: “Més enllà de la llum i de la raó existeix una terra freda i fosca, on el mal viu en silenci, entre els secrets dels homes”.
En casa de mi hermano, exhibimos orgullosos este “avance” en primicia de las primeras imágenes de la película. Al acabar de verlo, mi sobrina Nati, que debía tener entonces unos once años, me dijo: “¿Y habéis tardado cuatro años en hacer esto?”
Con el periodista, presentador, showman y actor Pere Soriano (en el centro) en su programa de radio "Música y Poesía" de Radio Ciutat de Badalona, anunciando el estreno de Terra d'Ombres. A la hora de documentarnos descubrimos que Soriano falleció el 22 de mayo de 2022, apenas un mes antes de la exhibición de la película en el festival Fanboi.
CREANDO LA BANDA SONORA.
Todo el sonido que se oye en Terra d’Ombres tuvo que crearse posteriormente a la filmación, entre otras razones porque la cámara de Super-8 impedía el sonido directo, por el ruido que la propia cámara producía. Xavi era consciente desde el principio que habría una fase de grabación de la banda sonora en su casa, con la intención inicial de dotar a la bobina definitiva de una banda magnética, añadiendo posteriormente todo el sonido con el dispositivo de grabación de un proyector.
Esta opción acabó siendo imposible de realizar, principalmente porque la banda sonora magnética implicaba aumentar más allá del límite el grosor de la bobina de la película (que acabó dividiéndose en dos, dado que hubo un momento en que el primer montaje llegó a tener una duración de unas tres horas).
Esto, unido a la gran complejidad de elementos sonoros sumados en el film (diálogos, efectos de sonido y música), determinó que toda la banda sonora se iría grabando por fragmentos separados en sistema DAT (cinta de audio digital) y posteriormente mezclados en el soporte de vídeo U-matic al que sería transferida la película desde el celuloide.
La participación de Lluís Porta en este laborioso proceso técnico resultó fundamental. La casa familiar de Xavi Porta y Lluís Porta (gracias también a la amabilidad y comprensión de su madre, la inolvidable señora Cándida Danés) se convirtió así en un estudio de grabación, eso sí, asumiendo que hubo también “invitados sonoros” imprevistos como el ladrido de un perro, el chirriar de la puerta del comedor o el reloj de pared, dando las horas con un soniquete electrónico –hasta que se descubrió la existencia de su interruptor trasero-.
Sesión de doblaje y sonorización en casa de Xavi Porta, con Alicia Orts como invitada especial.
Las anécdotas, como era inevitable, estaban garantizadas:
-MIL GRITOS TIENE LA NOCHE.
Durante la fase de doblaje, tocó poner sonido al plano en que Àlex lanza el grito en medio de las explosiones, en el Reino de las Sombras. El inconveniente era que, ese día, en la sesión de grabación en casa de Xavi se nos hizo muy tarde, pero no podíamos posponer esa parte, por lo que se decidió que sólo se grabaría una vez. Una vez estaba todo preparado, y yo concentrado en reflejar toda la angustia que el plano requería, lancé con todas mis fuerzas y concentrado en el micro el grito desgarrador… sin darme cuenta que tanto Xavi como Lluís Porta, me estaban indicando con las manos que me esperase; al parecer todavía no estaba todo preparado, por lo que no se llegó a grabar nada. Vi tanto a Xavi como a su hermano aguantando las carcajadas, y hubo que repetir de nuevo.
A día de hoy no tengo noticia de que los vecinos se hubiesen quejado, quizás la suerte hizo que durmiesen como troncos.
-¿SUEÑAN LOS ORDENADORES INTELIGENTES CON VIDEOGJUEGOS PARA ORDENADOR?
“Mowgli”, el ayudante cibernético que aparece representado por una pantalla de ordenador, hace su presentación en la película atendiendo la llamada de Juanjo, interrumpiendo su partida con un simulador de helicópteros de combate para el Apple-Mac que José Mª García puso a nuestra disposición.
Sin embargo, a la hora de poner el sonido doblado, con pocos años transcurridos ya no fue posible disponer de ese equipo, por lo que el sonido que se puede oír en su lugar en realidad pertenecía al popular juego “comecocos” (Pac-man). Cosas de la obsolescencia programada.
-TORTURADORES DE SUPERMERCADO.
En una época anterior a Terra d’Ombres, en la que yo comencé a hacer radio, tuve que usar varias veces sonidos pregrabados en discos de efectos de sonido de la época (Creo que se extraían de los archivos de efectos sonido de la BBC); aprendí leyendo en la carátula del vinilo que los sonidos de roturas de huesos o incluso amputaciones se conseguían con productos alimenticios “crujientes” como lechugas y repollos.
Partiendo de esta pista, el sonido del diente partido con un cincel se consiguió colocando tres tostadas sobre la boca de un vaso y usando el mismo cincel y martillo del rodaje, para partir la tostada de un golpe seco.
Los brutales golpes que el Comepecados le inflige con un bate de béisbol a su víctima atada (Eli Frauca) se grabaron usando una estera de caucho enrollada, a la que Xavi le propinó los golpes con el mismo bate de béisbol.
"El Comepecados" (en este caso Manuel F. García haciendo de "especialista/bateador").
El último golpe coincide con una grabación posterior de una lechuga que es tronchada de forma brusca, simulando la rotura del cuello de la víctima.
Obviamente, hubo sonidos pregrabados conseguidos por Lluís Porta, que también se usaron en la película cuando encajaban bien con la imagen (como explosiones, ruidos de frenazos o sonido ambiente de pajaritos, o sonidos de ciudad).
-LLEVANDO EL BOSQUE, LOS COCHES Y LA VERJA DE LA SAGRADA FAMILIA A CASA DE XAVI.
La huida del hombre que corre por el bosque al comienzo de la película se ambientó con hojas de papel de periódico arrugadas amontonadas en el suelo, que eran removidas con las manos haciéndolas coincidir con la carrera a través de la hojarasca, e incluso las caídas.
El sonido de puertas de coche que se cierran se consiguió haciendo contactar (con la rapidez y fuerza adecuadas) un plato de plástico contra la superficie de una archivador grande de plástico de CD’s (previamente vaciado).
El mismo archivador lleno, se hizo agitar de forma sincronizada al momento en que Álex agita la verja de salida cerrada de la Sagrada Familia al final de su carrera.
Resolviendo dudas para la sonorización de los diálogos de los personajes de Marta y Laura, prestándoles las voces Rosa Mª González y Carme Llorach.
-MOMENTOS ÍNTIMOS.
Para sonorizar la escena del sonido de muelles de somier de los amorosos vecinos de arriba que despiertan a Álex (en una escena descartada en la versión restaurada actual), se improvisó sobre la marcha combinando los sonidos de muelles chirriando de una barra de ejercicios de musculación, junto con el crujido similar a la madera que producía el respaldo flexible de una silla tipo oficina; los “partenaires” que producíamos esos sonidos creo recordar que éramos Lluís Porta y un servidor, junto al micro, mientras Pepe se encargaba de “darle al play”; hubo momentos que no pudimos evitar los ataques de risa, (sobre todo porque, “cada uno con su aparato” teníamos que movernos al unísono, como mandan las leyes de la naturaleza) pero se pudo conseguir grabar al final… con mucho amor.
Pepe Ruz encargándose del control técnico en una sesión de doblaje y sonorización. El hermano de Juanjo Burgos, Jesús, vino de visita y llegó a participar en proyectos posteriores de Xavi Porta.
Y hablando de leyes de la naturaleza… se preparó un micro en el cuarto de baño para grabar el sonido de las “aguas menores” del policía Juanjo cuando aparece orinando en el W.C. mientras oye hablar al inspector Héctor; se pensaba usar una jarra de agua para dejar caer el chorro de líquido adecuado… cuando en los preparativos pedí una pausa para usar el baño. Xavi y Lluís se mostraron entusiasmados con la oportunidad que se brindaba de conseguir una grabación realista con mi cooperación, pero yo sabía que esa “colaboración especial” mía quedaría súbitamente interrumpida por el corte que me daba en aquella época hacer algo así (¡poco me imaginaba yo lo que llegaría a rodar años después ante la cámara!... pero esa es otra historia). Al final se recurrió a la seguridad de la continuidad del chorrito de la jarra.
-VOCES METÁLICAS USANDO APARATOS REALES.
Ecualizar o filtrar la voz con efectos en el momento de grabar tenía grandes limitaciones, ya que el equipo de Lluís no estaba pensado para ese tipo de requisitos, así que en escenas en que los personajes hablaban a distancia, se utilizaron aparatos reales que se colocaron frente al micro, con los actores de doblaje hablando desde otra habitación.
Así, cuando el compañero de trabajo habla con Àlex a través de un walkie-talkie, Juan Manuel Vega realmente lo hizo con un walkie desde otra habitación, mientras el receptor se colocaba ante el micro.
Las conversaciones telefónicas entre Juanjo y Adriana, o entre Andrés “cerebro” y Juanjo, se hicieron de forma idéntica, pero usando un micro-transmisor de FM que mandaba la voz a un receptor de radio colocado ante el micro de grabación.
-UN PROBLEMA TÉCNICO QUE NOS ALEGRÓ EL DÍA.
Al proceder al doblaje del “Àlex siniestro” en el Reino de las Sombras, descubrimos que, al tocar yo el micro se producía un potente zumbido grave “de masa” o estática, que se colaba en la grabación.
Lluís se dispuso a solucionar ese problema, pero a mí me pareció un efecto de sonido fantástico, en el contexto mágico del Reino de las Sombras, y propuse a Xavi usarlo como sonido ambiente. La idea gustó, así que, mientras me doblaba a mí mismo, iba tocando el micro de forma regular, provocando así una cadencia lenta de sonido grave, que con el eco añadido después quedó espectacular.
La oscuridad que había en el " Reino de las Sombras" se consiguió empapelando una pared de papel negro, creando una impresión de "oscuridad sin fin" en una sala de unos pocos metros cuadrados.
-LA COSA DE LA CASA: "DÍAS DEL FUTURO PASADO".
Tampoco podemos dejar pasar la ocasión de reconocer el logro conseguido en el apartado de la música original por Pepe Ruz, quien no sólo es un enorme fotógrafo y cineasta, sino un gran instrumentista y creador de sonidos. Para la versión que estrenamos en 1994, se usaron músicas comerciales de artistas y compositores de bandas sonoras; eran otros tiempos, y la cuestión de los derechos de autor no se aplicaba de una forma tan absolutamente estricta como la evolución de internet y las redes sociales han provocado en los últimos años.
Pero ahora, veintiocho años después, el hecho de tener que eliminar de la película toda esa música sometida a explotación comercial para la versión restaurada actual, lejos de suponer un empobrecimiento en cuanto al sonido de Terra d’Ombres, ha supuesto una oportunidad de restaurar también la banda sonora completando incluso el trabajo de creación musical y atmósfera sonora que “La Cosa de la Casa” (nombre con el que Pepe Ruz bautizó a su grupo –compuesto únicamente por él-) ya realizó en parte para el film, pero que no contó con el tiempo necesario para poder abarcar todo el metraje que hubiera sido deseable.
Cintas de cassette que se utilizaron para las grabaciones en multipista de parte de la banda sonora.
Es imposible describir en estas líneas el proceso no sólo de “desincrustación de diálogos” para reinsertarlos con un sonido de fondo distinto, sino también el de creación y generación de sonidos instrumentales y música atmosférica que Pepe Ruz ha realizado con elementos e instrumentos analógicos simples.
Tan solo un apunte: el maravilloso instrumento de sonido realizado de forma artesanal que consiste en una caja de madera con una cápsula de núcleo de micrófono en su interior y con una cubierta de cristal por la que, con sólo la fricción suave de un simple vaso, consigue reproducir un sonido “orgánico” que a mí me recuerda al de una ballena en el océano, pero con una cualidad de entre “sonido natural” y musical absolutamente fascinante.
Pepe añadía otros recursos sonoros, como combinar células de núcleo de micro convertidas en “instrumentos de percusión”, junto con la manipulación de las cuerdas del bajo, más aquel órgano Casio… todo ello conjuntado en su maravilloso multipistas de cintas de casete que permitía grabar y mezclar a la inversa, o a diferentes velocidades… Describir en detalle todo ese proceso daría para un documental completo.
Se ha mantenido la colaboración instrumental que en su momento realizó Luís Alarcón para la canción del Comepecados, y además de ampliarse el trabajo de LA COSA DE LA CASA (recuperando grabaciones de hace treinta años que no se llegaron a utilizar), se ha añadido música de grupos e intérpretes amigos como KINOPLATZ y CONERIC.
LOS HIJOS REPUDIADOS DE TERRA D’OMBRES (ESCENAS ELIMINADAS DEL PRIMER MONTAJE).
-CONFIANZA ES POCO.
El primer día de rodaje fue el 11 de julio de 1990, con Silvia Gavín (que interpreta el personaje de Marta), que apenas nos conocía, salvo de haber hablado con nosotros en un par de ocasiones para acordar su colaboración; lo primero que rodó fue una escena de una pesadilla que tenía su personaje. En esa escena, en medio de una tormenta con relámpagos que iluminaban la escena, Silvia permaneció atada a una cama varias horas a merced de alguien que la amenazaba con un enorme cuchillo de carnicero.
Los relámpagos se consiguieron hacer usando varios flashes de fotografía.
Silvia Gavin en la primera jornada de rodaje de Terra d'Ombres (todavia titulada Orfes), el 16 de julio de 1990, en una escena eliminada del primer montaje.
-SALIÓ CLAVADO.
“El hombre de la cara quemada", tenía un papel más importante en un principio, en la trama de la película; en el filme relataba que su hermano, el corredor del comienzo del film, se hacía con el medallón mágico “Veneficus” en la ciudad de Venecia (con tomas de esa ciudad que Xavi había llegado a rodar previamente); luego tenía lugar una pelea a muerte con una “mujer monje” (Marcela de Nicolás), miembro de una secta que estaba a punto de estrangular al corredor, y concluía con un clavo incrustado en la cabeza de la “mujer-monje”.
Insertando el clavo en la frente de la mujer monje .
Para esta escena, se preparó un set de rodaje en una de las casas que nos cedieron, cubriendo tres paredes con tela roja de arriba abajo, pero para solventar el problema de que no se podía clavar ni un solo clavo me tiré toda la noche construyendo un sencillo “andamiaje” con todos los palos de escoba y fregonas que encontré por la casa, que uní con alambres a la ventana, la puerta y cualquier saliente que estuviese fijado a las paredes.
El maquillaje del clavo que acababa en la cabeza de la mujer monje fue otro encargo de Xavi que yo no sabía cómo resolver; irónicamente, mientras tomaba un refresco con Xavi en un fast-food de Barcelona, en el que le cité para decirle que no encontraba solución para conseguir el maquillaje del clavo, al agarrar la pajita vi claramente que se podía recortar, separar unas pestañas que irían pegadas a la frente, y añadirle en el otro extremo una “cabeza” de corcho blanco y luego pintarlo todo.
La conversación fue más o menos: “Oye_que_definitivamente_no_sé_cómo_hacer_lo_del_clavo_que_espera_ya_lo_tengo_y_sé_cómo_hacerlo”.
No queda ya rastro de esa escena; sólo unas fotos atestiguan que se logró filmar todo eso.
-VESTIDA PARA MATAR.
“Ella”, la asesina que atropella al policía Víctor, en un principio debía haber matado a Adriana de una forma aún más siniestra: la idea de Xavi sobre el papel era que el personaje interpretado por Pilar Mateo anestesia a Adriana, ésta despierta viéndose maniatada a una silla y con una mascarilla de respiración conectada por un tubo a una pequeña bombona de camping gas. “Ella” pronunciaría entonces la frase sobre el acto de matar que en la versión definitiva le dice al policía Héctor, y la escena debía terminar viéndose cómo la asesina abría el gas. No llegó a filmarse.El vestuario de la asesina fue una de las cuatro excepciones en las que tuvimos que aportar elementos para completarlo (según aparece en alguna nota de trabajo, en la que se cita un recordatorio de los guantes y gafas que debían llevarse el día del rodaje); la camisa del padre Alberto “el Comepecados” con el alzacuellos modificado por mi madre; la camiseta militar que llevaba, cedida por Xavi (a sabiendas que acabaría agujereada y ensangrentada). Y la cuarta, el vestido de princesa que se alquiló para la escena del Reino de las Sombras. El resto del vestuario corría a cargo de cada actor, tras el visto bueno de Xavi al respecto.
-LLEVANDO A UN PASAJERO INESPERADO.
El final del hombre de la cara quemada se narraba en una escena posterior a la huida de Àlex del Hombre Oscuro. En medio de la montaña, Álex ha de revisar algún problema en el coche, y al abrir el maletero se encuentra con el cadáver del hombre, con la cara literalmente destrozada.
-EL ÚLTIMO DESCENDIENTE SALVADO POR UN CAMBIO DE GUIÓN.
En un final anterior al que se decidió para Terra d’Ombres, Xavi planeó la muerte de Marc (Ignasi Conesa) acuchillado por la espalda por el Hombre Oscuro. En la escena que se llegó a filmar, el inspector de policía Héctor Gatell (Berna) y el policía Luís (José Mª García) están en la habitación donde, en el suelo, el cuerpo de Marc es cubierto con una sábana que se va empapando de sangre.
En un desarrollo del guión que no se llegó a filmar, sobrevivía su pareja, Laura, quien descubre que está embarazada, y decide proteger a su futuro hijo de la amenaza del Hombre Oscuro, finalizando la película con la voz en off de Laura que, en la “Escena 47ª. Exterior-Interior-Noche” (según se lee con letra de Xavi), acaba diciendo tras un largo párrafo sobre imágenes de paisajes desiertos de la ciudad de Pallejà:
“[…] Sabía que en algún lugar aguardaba el Hombre Oscuro esperando el momento de matar a nuestro hijo. Y también sabía que nada podría detenerlo, porque estaba más allá de la muerte, porque ella era su regalo de bienvenida. Sólo quedaba huir, día tras día, sin tregua. Porque allá donde vayamos él nos encontrará, una y otra vez, hasta que uno de los dos ceda. Todo se reduce a esto; una eterna prueba de resistencia. ¡Dios mío!, todo eso es tan inútil… ¿Por qué querrá el mal adueñarse de la Tierra, cuando ya reina en ella?”.
Dos fotos Polaroid que se llegaron a filmar, mediante un encadenado, el efecto de "aparición sobrenatural del Hombre Oscuro" en imágenes que la cámara Polaroid capta por si sola, lo cual aterroriza a Laura (Rosa Sánchez) en otra escena eliminada.
-TELEPATÍA.
La primera versión del personaje de Àlex no sólo mostraba a una persona muda, sino que además poseía facultades de telépata, llegándolo a demostrar en una escena rodada con el policía Juanjo (Juanjo Burgos), en la terraza de la casa del doctor Carles (Marc Bartolí) en la que, ante el acoso de éste, Àlex le coge de la muñeca y le “contesta” mentalmente, para asombro del policía. Las primeras filmaciones en las que se mantenía ese rasgo del personaje, me hicieron determinar de esa forma la manera en que Álex se expresaría ante la cámara: con la gesticulación del rostro pero, sobre todo, con la mirada.
-UN DOBLE PARA LAS ESCENAS PELIGROSAS.
El argumento de Terra d’Ombres surgió de una idea que Xavi Porta desarrolló a partir de un sueño que tuvo, en el que una cámara Polaroid mostraba fotografías con imágenes que no se correspondían a lo que encuadraba.
Marc (Ignasi Conesa) está a punto de descubrir que la cámara Polaroid tiene "vida propia" en una escena eliminada del montaje del 1994.
De hecho, la presencia de la cámara se mantuvo en una primera etapa del rodaje, y hasta se llegó a construir una maqueta de dicha cámara (dado que en la historia original la cámara debía acabar, en un principio, siendo arrojada a un precipicio, aunque Xavi se llegó a plantear que acabara destrozada bajo las ruedas de un coche). Se filmó una escena en la que Laura (Rosa Sánchez) observa cómo la Polaroid la fotografía, y cuando surge la imagen instantánea, aparece ante sus ojos el Hombre Oscuro tras ella, en la foto. Laura, asustada, acaba lanzando la cámara al suelo.
Se prepararon más fotos Polaroid para conseguir el mismo efecto en la primera versión de la película, pero no se llegó, en esta ocasión a filmar la secuencia.
-UNAS SOMBRAS QUE NO VIERON LA LUZ.
Xavi trabajó la idea de una secuencia en la que Marta (Silvia Gavín) se veía literalmente “tragada” por las tinieblas.
Se rodaron con Silvia los planos en la que se intentaba que unos juegos de sombras la ocultasen cuando ella ejecutaba una coreografía de volteretas en las que debía “desaparecer de la luz”; sin embargo el resultado no llegó a ser el deseado y se acabó descartando.
-EL MEDALLÓN MÁGICO.
El medallón VENEFICUS fue confeccionado con corcho sintético y cartón pintados de dorado y envejecido con betún. Para diseñarlo me inspiré en el cabezal del bastón de Ra que aparece en EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA, y le añadí palabras y símbolos mágicos reales que busqué en una enciclopedia de parapsicología, pero poniendo especial cuidado, a petición de Xavi, de no haberle inscrito nada que tuviese que ver con la magia negra.
Se llegó a filmar la caída del hombre que huye en la montaña, cuando impacta contra el suelo, incluyendo un plano en el que el medallón caía también a cámara lenta.
Durante más de un mes, por alguna razón meteorológica o kármica que ignoramos, cada fin de semana se ponía a llover, desbaratando los planes de rodaje, que precisamente debían hacerse en exteriores; una tarde, ante aquella sucesiva pérdida de tiempo, Xavi decidió filmar en la zona de la Catedral de Barcelona diversos planos-recurso de lluvia, con la intención de aprovecharlos para completar posteriores filmaciones con ese tiempo lluvioso; se filmaron espléndidas tomas de las gárgolas y la lluvia, los muros de la catedral y las calles colindantes encharcadas, mientras yo sostenía un paraguas para facilitarle a Xavi la filmación.
Al final, en ningún momento de la película aparece ningún plano con lluvia.
-EL PUEBLO FANTASMA.
Xavi conocía de la existencia de una “aldea en medio de la montaña” en la Garrotxa, construida por una persona durante años, (en realidad se trata de la “ruta d’en Garrell” que va del pueblo de Arguelaguer por la montaña hasta el río Fluvià; un circuito de pasarelas, cabañas y plataformas creado por Josep Pijuila con material reciclado).
Xavi Porta, caracterizado como "el Hombre de la Cara Quemada", en Barcelona. en el extraño paraje de la ruta d'en Garrell.
Ese entorno le inspiró para una escena con el hombre de la cara quemada, deambulando por ese curioso paraje. Nos desplazamos hasta allí por la mañana, con la compañía de mi hermana, quien, después de que yo caracterizase a Xavi para su papel de hombre quemado, se quedó esperando mientras nos alejábamos para filmar. Al cabo de unas horas, volvimos con ella para replantearnos los siguientes planos. Mi hermana me preguntó si había algún servicio en ese extraño sitio; Xavi contestó que le parecía que sí… pero resultó que el “baño” era en realidad una pequeña caseta sobre una plataforma en el vacío, con un orificio a modo de letrina. Mi hermana, Ana, dijo que gracias, pero que prefería esperar, si no íbamos a tardar mucho.
Continuamos filmando algunos planos de situación, dando por hecho que “no tardaríamos mucho”… A eso de las cuatro o las cinco de la tarde, volvíamos para Barcelona, y por el camino, Ana, muy callada, rompió su silencio para preguntarnos si no íbamos a parar para comer… En ese momento, Xavi y yo caímos en la cuenta de que, efectivamente no habíamos previsto la comida… y a la hora en que volvíamos, y por ser domingo, no encontramos nada abierto, hasta que llegamos a casa. (Hago constar que la cara que mi hermana pone en su papel de secretaria enfadada cuando el abre la puerta a Marc no tuvo nada que ver con esto… bueno, eso creo -¡glups!-)
-Curiosamente, aunque se descartó todo el material rodado con el hombre de la cara quemada en la ruta d’en Garrell, Xavi volvió a rodar allí una escena con Adriana (Adriana Romaniello) que representaba una conversación con un periodista (David Terrer). No sólo no se incluyó tampoco esta escena, sino que el personaje del periodista desapareció por completo del montaje, incluyendo una escena onírica que Adriana tenía con él.
Xavi filmando más planos del "pueblo fantasma". Detrás, la paciente e involuntaria "ayudante de producción" Ana García.
LO QUE SE ME QUEDABA EN EL TINTERO DE LA MEMORIA.
-La conversación telefónica con el director de cine Francisco Rovira Beleta, que me decía que no se atrevía a venir al estreno, porque se acababa de comprar un coche nuevo, "que es demasiado potente, y con ochenta y un años que tengo, no me atrevo aún a conducirlo". Su invitación para que fuésemos a ver la película en su casa, que al final no se hizo realidad.
-La conversación telefónica con Àlex Gorina, en la que me explicaba que al final no podría exhibirse Terra d'Ombres en el apartado Brigadoon del festival de Sitges, dado que la avalancha de films que recibieron en el último momento hizo descartar al comité de selección la propuesta del propio Gorina de exhibir la película fuera de concurso.
-El encuentro con Pepe Nieves, quien en su programa radiofónico LA CLAQUETA le dijo a Xavi Porta que Terra d'Ombres le pareció “una película muy elegante".
Izquierda, Francisco Rovira-Beleta (1912-1999); centro, Álex Gorina; derecha Pepe Nieves.
-El arriesgado estreno en mayo del 94, sin medios para costear el alquiler de la sala; el intento de pedir una ayuda económica y la respuesta, en la oficina de mi barrio de la entidad de ahorros a la que acudí, derivándome a una "instancia superior", en la que me despacharon con una carta que decía que "no ayudaban a proyectos ya terminados". La decisión entonces de “tirarnos a la piscina" poniendo entradas a la venta, consiguiendo in extremis el dinero del alquiler de la sala (EL PRINCIPAL de Badalona, que después de muchos años, volvía a convertirse en un cine sólo por y para nosotros), gracias a los amigos y familiares que acudieron, y al "reclutamiento extra" que nos trajeron Juanjo Burgos e Ignasi Conesa.
Se consiguió que casi trescientas personas acudiesen al estreno, pagando una entrada de 500 pesetas (cuando en los años noventa una entrada de cine de estreno costaba entre 300 y 400 pesetas).
-El magnífico y enorme cartelón-pancarta de la película pintado a mano sobre tela negra por Pepe Ruz, colocado junto a la entrada de la sala, al lado de aquel expositor (que era un simple cartón) exhibiendo unos borrosos y descoloridos foto-cromos, hechos con fotocopias en color en papel ordinario, plastificadas.
Pepe Ruz pintando manualmente el cartel de la película sobre tela negra. Este cartel fue instalado en la puerta de El Principal de Badalona el día del estreno, además de servir de fondo para las entrevistas que aparecen en el making off que se realizó en 1995.
-El olvido de mi padre, la noche del estreno, que se dejó las llaves de la caja de caudales donde se guardaban las entradas para vender aquella noche, por lo que tuvimos que forzarla, rompiendo el cierre.
-Ana García (mi hermana), y Pilar Mateo haciendo de azafatas-acomodadoras (¿quién hizo de taquillero, vendiendo entradas? Juraría que fue Juanjo Burgos).
-El retraso en la proyección, porque no había forma de calibrar el proyector correctamente en la pantalla, y el "cambio de urgencia" que consiguió Lluís Porta, pero el retraso era tal, que mientras, en el escenario, delante de la pantalla de proyección, yo tuve que entretener al público contándoles anécdotas.
-El susto que se llevó aquel chaval cuando me vio en la pantalla en escenas de miedo, y al mismo tiempo junto a él, (yo andaba dando vueltas por la sala, viendo la reacción de la gente).
-Los nervios de Xavi, que no podía estarse sentado en su butaca, como le pasa siempre que estrena.
-Esos objetos del rodaje que treinta años después todavía me encuentro por mi casa; recuerdos que aún sobreviven de aquella época (la maqueta del medallón Veneficus –palabra elegida por Xavi y que en latín significa “venenoso” y también “hechicero”-, la de la cámara Polaroid que se salvó de la destrucción, el anillo con la letra M, que mi padre me regaló cuando yo era niño y que él tenía desde antes de que yo naciera, el tantō (cuchillo japonés) auténtico que utilizaba el Hombre Oscuro, la pistola del policía Juanjo a la que hubo que hacerle el agujero que no tenía en el cañón, el ambientador de plástico con forma de tortuga que tenía en mi Seat Ibiza nuevo y que Xavi eligió para identificar el coche de Álex, el pasaje del vuelo turístico en helicóptero por Barcelona que le sirvió a Xavi para rodar las tomas aéreas…).
Manuel F. Garcia, atendiendo a las instrucciones de Xavi Porta para colocar la Polaroid en el ángulo adecuado para encuadrarla.
-El regreso a casa la noche del estreno, con mis padres y mi hermana conversando hasta las tres de la madrugada, preguntándome cómo habíamos hecho aquella escena, o aquella otra. Hablamos del enorme talento de nuestro amigo Xavi Porta; no sólo era ya un gran compañero de trabajo mío y de mi padre y una persona que se ganó el afecto de toda mi familia, sino que además mis familia entendía por fin la pasión que me contagió por el cine al cabo de cuatro años, en los cuales aprendí de él y de Pepe Ruz todo lo que ahora sé sobre este fascinante pero complicado y frustrante mundo.
Mi padre, mi madre y mi hermana descubrieron ese día del estreno que el fruto de su idea, de su trabajo, les hizo soñar con los ojos abiertos. Aunque conocían ya en lo personal a Xavi, aquella noche me revelaron la ilusión que les había hecho haber visto por fin, el resultado de todo ese trabajo, con tal grado de intensidad y escasez de medios como la determinación que pusimos en terminarlo.
Un objeto totalmente "de culto": un tríptico de la presentación de Terra d'Ombres con una entrada para la asistencia a su estreno.
Por eso, tras aquel “último fundido a negro” pudimos seguir soñando con los ojos abiertos muchos años más (Ángeles Caídos, 1996; En los bosques, en las ciudades, 1997; Nada importante sucedió hoy, 2006; Memento Mori, 2006; Nadia, 2007; Mirar a otro lado, 2008; Un lugar en el frío, 2009; Flick, 2009; El rojo en sus ojos, 2010; Tot el que necessiten és amor, 2016).
Manuel F. García (mayo de 2022).
La cámara Nizo de super 8mm que hizo posible que Terra d'Ombres viera la luz.
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